¿Cuáles son algunos de los síntomas comunes de la hemofilia?
- Con la hemofilia, puede haber hemorragias en cualquier parte del cuerpo; a veces son visibles y a veces no.
- La hemorragia puede ocurrir después de una lesión o una cirugía. También puede ocurrir sin motivo aparente. A esto se le llama hemorragia espontánea.
- Las hemorragias son poco comunes en bebés con hemofilia, aunque podrían sangrar durante largo rato después de la circuncisión.
- Cuando los bebés empiezan a caminar, se lastiman con facilidad. También sangran durante más tiempo de lo normal después de una lesión, particularmente en la boca y la lengua.
- A medida que los niños crecen, las hemorragias espontáneas son más comunes; éstas afectan las articulaciones y los músculos.
¿Qué causa una hemorragia articular?
- El lugar donde dos huesos se unen se llama articulación. Los extremos de los huesos están cubiertos de una superficie lisa llamada cartílago.
- Los huesos se encuentran parcialmente unidos por una cápsula articular. La cápsula articular tiene un revestimiento llamado membrana sinovial, con muchos capilares (pequeños vasos sanguíneos). Produce un fluido aceitoso y resbaloso que ayuda a la articulación a moverse con facilidad.
- Si los capilares de la membrana sinovial se lesionan, sangrarán. A menudo no hay motivo aparente para la hemorragia, especialmente cuando la hemofilia es severa. En una persona que no padece hemofilia, el sistema de coagulación detiene la hemorragia rápidamente; pero en personas con hemofilia la hemorragia continua. Esto ocasiona que la articulación se inflame y se torne dolorosa.
¿Qué ocurre durante una hemorragia articular?
- Una persona con hemofilia sabe cuando empieza una hemorragia porque siente hormigueo y calor en la articulación.
- Conforme la sangre llena la cápsula, la articulación se inflama y se torna dolorosa y difícil de mover.
- Sin tratamiento, la presión de la inflamación eventualmente detendrá la hemorragia. Después, unas células especiales absorberán la mayor parte de la sangre de la articulación.
¿Cuáles son las hemorragias articulares más comunes?
- Las hemorragias articulares más comunes ocurren en tobillos, rodillas y codos.
- También pueden ocurrir hemorragias en otras articulaciones, incluyendo dedos de los pies, hombros y caderas.
- Por lo general, las articulaciones de las manos no se ven afectadas, excepto como resultado de una lesión.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de las hemorragias articulares?
- Las hemorragias repetidas en una articulación ocasionan que la membrana sinovial (el recubrimiento) se inflame y sangre muy fácilmente.
- Después de cada hemorragia, quedan restos de sangre en la articulación. La membrana sinovial deja de producir el fluido aceitoso y resbaloso que ayuda al movimiento de la articulación.
- Lo anterior daña al cartílago liso que cubre los extremos de los huesos. La articulación se torna rígida, dolorosa al moverla e inestable. Se vuelve todavía más inestable a medida que los músculos que la rodean se debilitan.
- Con el tiempo, la mayor parte del cartílago se rompe y parte del hueso se desgasta. Algunas veces, la articulación no se puede mover. Todo el proceso se conoce como artritis hemofílica.
¿Qué causa una hemorragia muscular?
- Las hemorragias musculares ocurren cuando los capilares de los músculos se lesionan.
- Algunas veces, la causa es conocida, pero las hemorragias también pueden ocurrir sin motivo aparente.
¿Qué ocurre durante una hemorragia muscular?
- Durante una hemorragia, el músculo se siente rígido y adolorido.
- La hemorragia causa una inflamación, caliente y dolorosa al tacto. Si la hemorragia está cerca de la piel, podría haber moretones.
- En algunos músculos profundos, la inflamación podría ejercer presión en nervios y arterias, causando hormigueo y adormecimiento.
- El músculo se contrae para protegerse a sí mismo. Esto se conoce como espasmo muscular. Como resultado, las articulaciones que por lo general se mueven con ayuda de dicho músculo no podrán moverse adecuadamente.
¿Cuáles son las hemorragias musculares más comunes?
- Las hemorragias musculares ocurren en pantorrillas, muslos y parte superior de los brazos.
- Las hemorragias en el músculo psoas (en la parte frontal de la cadera) y los músculos del antebrazo también son comunes. Estas hemorragias pueden ejercer presión en nervios y arterias, ocasionando daños permanentes.
- Las hemorragias en los músculos de las manos son poco comunes y por lo general resultado de una lesión.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de las hemorragias musculares?
- Después de hemorragias repetidas, los músculos pueden debilitarse, quedar marcados con cicatrices y encogerse más de lo normal (algunas veces de manera permanente) y ya no podrán proteger a las articulaciones.
- Las articulaciones que se encuentran a los extremos del músculo no podrán moverse adecuadamente y podrían tener hemorragias con mayor frecuencia.
- Si durante las hemorragias musculares losnervios resultan dañados, el músculo podría debilitarse o hasta paralizarse.
- El daño permanente a articulaciones, músculos y nervios afecta la forma en la que una persona se sienta, se pone de pie y camina.
¿Qué hemorragias son graves o ponen en peligro la vida?
- Las hemorragias en la cabeza (por lo general resultado de una lesión) constituyen importantes causas de muerte en casos de hemofilia, especialmente en niños. Las hemorragias en la cabeza pueden ocasionar dolor, náusea, vómito, somnolencia, confusión, torpeza, debilidad, convulsiones y pérdida de la conciencia. Las hemorragias en la garganta pueden ser resultado de infecciones, lesiones, inyecciones dentales o cirugía. Las hemorragias en la garganta ocasionan inflamación, así como dificultad para tragar y respirar.
- Una pérdida importante de sangre pone en peligro la vida. Esto es poco común en casos de hemofilia, excepto después de una lesión o cuando se relaciona con otro padecimiento médico.
- Otras hemorragias, aunque generalmente no ponen en peligro la vida, podrían resultar muy serias; por ejemplo, hemorragias en ojos, espina dorsal y músculo psoas.
- La sangre en la orina es común en casos de hemofilia severa, aunque pocas veces es peligrosa.
Fuente: Federación Mundial De Hemofilia
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